Noches de desenfreno mañanas de ibuprofeno se suele decir.
Pues bien, para aligerar esos síntomas suele venir bien terminar la fiesta con
alguien con el que te pueda aportar algo especial y personal. Para ello no
vendría mal analizar un par de conceptos medianamente característicos en toda
mujer u hombre. Obviamente, no se puede sacar una regla general de estadísticas
que sirva para todos los casos, pero sí que podemos presenciar ciertas variables
cimentadas sobre similitudes que se dan en toda persona durante esas noches de
desmadre.
Para ello se representa un gráfico donde aparecen las expectativas
de los hombres (inversamente proporcionales a la cachondidad de estos) de color
azul y el nivel de cachondidad de las mujeres de color rojo. Se puede decir que
la probabilidad de éxito entre dos personas se basa en la línea "E" que separa las dos curvas en vertical, si
la distancia es corta habrá más posibilidad de pillar, si es larga, olvídate...
Por parte de los hombres, la línea empieza de una "To" que significa el nivel de pájaros
en la cabeza o dicho de otra forma, de lo flipau que esté. Puede ser un chico
que salga pensando en que puede hacerse a cualquier ángel que caiga del cielo o
puede ser un chico humilde que mire más a la tierra.
La única variable del género masculino suele ser la "α",
que es el nivel de hambruna que sufren los hombres. Si hay mucha necesidad la "α"
será grande y la línea bajará en picado en el grafico (yendo a por todo lo que
pille en su camino), sin embargo, si no hay mucha ansia, la línea se mantendrá
arriba y no habrá muchas posibilidades de que se deje conquistar.
En cuanto a las mujeres, al ser más complicadas que los
hombres, cuentan con más variables. La línea empieza de un "Co" que significa el nivel de calor vaginal
por defecto, algunas son más calientes y tendrán más facilidades que otras.
Después de un inicio lineal, llegará un momento de la noche
en el que se encenderán y tendrán una subida parabólica cuya anchura variará
con la "R", que es la capacidad para retener calor vaginal. Hay
chicas que son apagadillas y su parábola es muy estrecha, un mero subidón, pero
también hay chicas más animadas que mantienen la llama encendida durante más
tiempo.
Tras pasar la parábola, toca una bajada exponencial que
puede ser más severa dependiendo de "F",
que es el nivel de aguante festivo de las mujeres. Si lo tienen bajo, enseguida
se cansarán y su cachondidad bajará en picado, mientras que si lo tienen alto, bajará
más lentamente quedándose más a la par de la línea de los hombres pudiendo así
encestar sobre la bocina ;)
Todo esto es simple teoría, lo difícil es siempre ponerla en
práctica, pero con una buena base siempre es más fácil. Sabiendo que la hora
clave es la del margen "*" ahora todo será más sencillo.
Espero que les haya gustado o por lo menos que se hayan echado unas risas, como
siempre seguiré estando disponible a debatir el tema si hubiera alguien que lo
deseara.
Un saludo tiburones ;)
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