Aritzatxu Paradise

Aritzatxu Paradise

jueves, 25 de octubre de 2012

El umbral entre la amistad y el amor


A lo largo de nuestra vida tenemos la oportunidad de conocer a un sinfín de gente: un@s nos l@s pasamos de largo, en otr@s nos fijamos, pero otr@s pueden llegar a ser muy importantes en nuestra vida. Los que pasan de largo, son parte del paisaje que nos rodea, otros son conocidos/amigos sin más, “ok”, pero las personas especiales que encontramos pueden marcar el transcurso de nuestra existencia. Éstas son las personas que todos quisiéramos tener cerca, podríamos decir que surgiría un vínculo llamado amistad.

Según dice Wikipedia: “la amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otros que tardan años en hacerlo.” Como dice la definición, hay grados de amistad, hoy me voy a centrar en el grado más alto, ¡Lo más! 

Hay personas con las que te llevas tan bien que piensas “¡oh sí! Esta persona merece la pena” y te dan un grado de satisfacción que no te dan las demás, pero aquí es donde viene la polémica, ya que cuando hablamos de la amistad en esos niveles es difícil saber dónde está el umbral que lo separa de un sentimiento parecido, el amor.

Entonces, ¿Qué pasa si la persona que tenemos en nuestro nirvana de amistad es del sexo opuesto (o no, según la orientación sexual del protagonista)? Amor: “Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien”. Si esa persona es tan especial para nosotros seguro que tendrá nuestro afecto, inclinación y entrega por nuestra parte, y el problema viene cuando nos encontramos en ese umbral entre la amistad y el amor. Tienes a esa persona en tan alta consideración que es lógico pensar en la posibilidad de dar un empujoncito a esa relación para que pase de la gran amistad al amor. Además el llevarte tan bien con esa persona te hacer verla más bell@ de lo que es y el sentido animal que tenemos también ayuda.

La ambición del ser humano nos impulsa siempre hacia algo más, pasar a una relación amorosa con una persona tan especial sería de lo más estimulante y seguro que nos llenaría mucho en nuestra faceta emocional. Dicho así parece muy fácil dar el paso pero no lo es tanto, analizando la situación observamos que existe el riesgo de estropear nuestra gran amistad si la proposición incomoda al receptor. 

Esto no quiere decir que tengamos que dar el paso con todas nuestras amig@s, no sentiremos el deseo de pasar a una relación amorosa con tod@s ya que no tod@s son del estilo que buscamos, aunque un gran filósofo haya dicho con sutileza “yo me follaría a todas mis amigas”, cosa que estoy en gran parte de acuerdo.

Somos nosotros los que tendremos que ver lo que queremos hacer con nuestra vida, así que tenemos que saber si tenemos que dar el paso o no. Lo importante es no quedarse con las ganas, llevarse muy bien con alguien pero vivir con el deseo de tener algo más puede llegar a resultar dañino. Si no te conformas con lo que tienes es mejor quitar esa duda de tu cabeza antes de que esa duda sea un tormento en tu interior que no te deje vivir tranquilo.

Haciendo una reflexión de la gente que conozco y sus vínculos, me dado cuenta de que en esas relaciones de amistad, hay una (normalmente la chica) que esta a gusto como amiga, pero el chico quiere algo más. Puede que este comportamiento se deba a las facetas universales de los chicos (mayor apetito sexual) y chicas (el gusto a sentirse arropadas aun sabiendo de los daños colaterales), pero como siempre, ahí excepciones.

Mirando la estadística, nos damos cuenta de que la mayoría de las parejas no provienen de grandes amistades, ya que ese método tan usual llamado “ligar” no parece muy compatible con una gran amistad. En esta batalla campal por conseguir el ansiado amor vale todo, y desgraciadamente para algunos, es donde mas premios se encuentran. Parece que para conquistar tienes que hacer actos que no haría un amigo, por lo que al final, el chollo no se lo lleva el que mejor se porta, si no el que mejor se la trabaja.

Pero bueno, al fin y al cabo son solo estadísticas, y sabiendo que cada persona es un mundo, no podemos aplicar esta teoría a todas las personas, cada cual sabrá lo que debe hacer y cuales son las relaciones que quiere tener. Y si engañar a alguien es malo, engañarse a uno mismo es peor, así que debemos tirar de auto-transparencia y honestidad para hacer frente a la vida, por muy buena que sea la causa o la relación que queremos conseguir, de nada sirve hacer teatro y ser alguien que no queremos ser si no estamos actuando en Broadway.