Aritzatxu Paradise

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jueves, 10 de octubre de 2013

Una nueva forma de comunicarse



A ver quién es el listo o la lista que me pueda decir cuándo se manifestó por primera vez el término de la comunicación. Una idea muy extensa y abstracta que todo ser vivo ha podido usar ya que su significado y puesta en acción es de lo más variada. 
 
Pero centrémonos en la raza humana, cuando se designaron una serie de sonidos y señas arbitrariamente, se dijo que se dio a luz la comunicación. El primer paso de la evolución fue el de la lengua mediante mensajes acústicos, permitiéndonos expresarnos a raíz de diversas palabras que servían para transmitir y recibir mensajes. 

Otro gran hallazgo fue la creación de la lengua escrita, que nos permite comunicarnos sin tener que estar físicamente con la otra persona. 

Con la modernización de la humanidad, hemos llevado al extremo el uso de la palabra escrita. Hoy en día, las conversaciones escritas son casi tan usadas (o más) que las habladas. Este hecho se podría calificar como una ventaja ya que la distancia ya no es un inconveniente. Aun así no debemos olvidar que la conversación cara a cara es lo máximo a lo que podemos aspirar, mediante un mensaje de texto no podemos ver la cara del receptor y tenemos que renunciar a expresarnos mediante ironías, dobles sentidos, etc.
 

 Actualmente, ha habido una mejora a la hora de expresar esas sensaciones difíciles de transmitir mediante la palabra escrita, los emoticonos. Con esas caritas el receptor puede hacerse una idea de la cara que pone el transmisor y no deberíamos de renunciar a usarlos por tacharlos de niñadas ya que enriquecen las conversaciones y le dan un toque más de dinamismo. 

En cualquier caso, aunque la forma de comunicarse a distancia esté muy evolucionada, la sensación de estar cara a cara pudiendo verle la cara, tocarle e incluso oler, es un nivel inalcanzable por ninguna tecnología. Por lo que deberíamos hacer un hueco en nuestras apretadas agendas y tomarnos un tiempo para quedar con esas personas que tanto nos pueden transmitir.
 
No debemos exprimir tanto la comunicación textual porque si no, cuando quedemos para tomar un “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”, no tendremos de qué hablar porque todo el pescado estará vendido.