Aritzatxu Paradise

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martes, 10 de diciembre de 2013

Claves para ligar en las noches de fiesta

Noches de desenfreno mañanas de ibuprofeno se suele decir. Pues bien, para aligerar esos síntomas suele venir bien terminar la fiesta con alguien con el que te pueda aportar algo especial y personal. Para ello no vendría mal analizar un par de conceptos medianamente característicos en toda mujer u hombre. Obviamente, no se puede sacar una regla general de estadísticas que sirva para todos los casos, pero sí que podemos presenciar ciertas variables cimentadas sobre similitudes que se dan en toda persona durante esas noches de desmadre.

Para ello se representa un gráfico donde aparecen las expectativas de los hombres (inversamente proporcionales a la cachondidad de estos) de color azul y el nivel de cachondidad de las mujeres de color rojo. Se puede decir que la probabilidad de éxito entre dos personas se basa en la línea "E" que separa las dos curvas en vertical, si la distancia es corta habrá más posibilidad de pillar, si es larga, olvídate...

Por parte de los hombres, la línea empieza de una "To" que significa el nivel de pájaros en la cabeza o dicho de otra forma, de lo flipau que esté. Puede ser un chico que salga pensando en que puede hacerse a cualquier ángel que caiga del cielo o puede ser un chico humilde que mire más a la tierra.

La única variable del género masculino suele ser la "α", que es el nivel de hambruna que sufren los hombres. Si hay mucha necesidad la "α" será grande y la línea bajará en picado en el grafico (yendo a por todo lo que pille en su camino), sin embargo, si no hay mucha ansia, la línea se mantendrá arriba y no habrá muchas posibilidades de que se deje conquistar.

En cuanto a las mujeres, al ser más complicadas que los hombres, cuentan con más variables. La línea empieza de un "Co" que significa el nivel de calor vaginal por defecto, algunas son más calientes y tendrán más facilidades que otras.

Después de un inicio lineal, llegará un momento de la noche en el que se encenderán y tendrán una subida parabólica cuya anchura variará con la "R", que es la capacidad para retener calor vaginal. Hay chicas que son apagadillas y su parábola es muy estrecha, un mero subidón, pero también hay chicas más animadas que mantienen la llama encendida durante más tiempo.

Tras pasar la parábola, toca una bajada exponencial que puede ser más severa dependiendo de  "F", que es el nivel de aguante festivo de las mujeres. Si lo tienen bajo, enseguida se cansarán y su cachondidad bajará en picado, mientras que si lo tienen alto, bajará más lentamente quedándose más a la par de la línea de los hombres pudiendo así encestar sobre la bocina ;)

Todo esto es simple teoría, lo difícil es siempre ponerla en práctica, pero con una buena base siempre es más fácil. Sabiendo que la hora clave es la del margen "*" ahora todo será más sencillo. Espero que les haya gustado o por lo menos que se hayan echado unas risas, como siempre seguiré estando disponible a debatir el tema si hubiera alguien que lo deseara.


Un saludo tiburones ;)

domingo, 3 de noviembre de 2013

Una mentalidad constructiva



No hay que odiar a las personas con mal comportamiento, es verdad que son seres indeseables, pero son una clara referencia a la otra cara de la moneda. Nos ayudan a ver cuál es el comportamiento adecuado, nos afianzan en nuestras ideas del bien y del mal. Cuando te sumerges en la oscuridad, valoras mejor la luz, y estas personas nos hacen ver cuál es el ejemplo que no debemos seguir dando así claridad a nuestra ruta de la vida.

En vez de sentir odio, deberíamos sentir lástima, viendo cómo no van por buen camino, y agradecerles hacernos ver a la fuerza cual es el sendero que debemos seguir.


Es verdad que es difícil que una persona pueda cambiar el mundo, pero el mundo está lleno de personas, y mejorando nosotros mismos, mejoraremos de la misma el mundo en el que habitamos.



jueves, 10 de octubre de 2013

Una nueva forma de comunicarse



A ver quién es el listo o la lista que me pueda decir cuándo se manifestó por primera vez el término de la comunicación. Una idea muy extensa y abstracta que todo ser vivo ha podido usar ya que su significado y puesta en acción es de lo más variada. 
 
Pero centrémonos en la raza humana, cuando se designaron una serie de sonidos y señas arbitrariamente, se dijo que se dio a luz la comunicación. El primer paso de la evolución fue el de la lengua mediante mensajes acústicos, permitiéndonos expresarnos a raíz de diversas palabras que servían para transmitir y recibir mensajes. 

Otro gran hallazgo fue la creación de la lengua escrita, que nos permite comunicarnos sin tener que estar físicamente con la otra persona. 

Con la modernización de la humanidad, hemos llevado al extremo el uso de la palabra escrita. Hoy en día, las conversaciones escritas son casi tan usadas (o más) que las habladas. Este hecho se podría calificar como una ventaja ya que la distancia ya no es un inconveniente. Aun así no debemos olvidar que la conversación cara a cara es lo máximo a lo que podemos aspirar, mediante un mensaje de texto no podemos ver la cara del receptor y tenemos que renunciar a expresarnos mediante ironías, dobles sentidos, etc.
 

 Actualmente, ha habido una mejora a la hora de expresar esas sensaciones difíciles de transmitir mediante la palabra escrita, los emoticonos. Con esas caritas el receptor puede hacerse una idea de la cara que pone el transmisor y no deberíamos de renunciar a usarlos por tacharlos de niñadas ya que enriquecen las conversaciones y le dan un toque más de dinamismo. 

En cualquier caso, aunque la forma de comunicarse a distancia esté muy evolucionada, la sensación de estar cara a cara pudiendo verle la cara, tocarle e incluso oler, es un nivel inalcanzable por ninguna tecnología. Por lo que deberíamos hacer un hueco en nuestras apretadas agendas y tomarnos un tiempo para quedar con esas personas que tanto nos pueden transmitir.
 
No debemos exprimir tanto la comunicación textual porque si no, cuando quedemos para tomar un “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”, no tendremos de qué hablar porque todo el pescado estará vendido.